Los profesionales sanitarios llevamos años remarcando la importancia del desayuno como elemento clave para gozar de un buen estado de salud y mantener una adecuada composición corporal. Sin embargo, el ayuno y otras dietas de moda han provocado un aumento del número de personas que lo evitan para reducir su grasa corporal. Pero, ¿saltarse el desayuno adelgaza?
Un nuevo meta-análisis publicado el pasado mes de enero por la revista Obesity Research & Clinical Practice confirma lo que la investigación viene diciendo desde hace años: saltarse el desayuno aumenta el riesgo de padecer sobrepeso y obesidad. En concreto, parece que el riesgo es cinco veces mayor.
Saltarse el desayuno no adelgaza
La aparición del ayuno junto a otras dietas de moda ha hecho que la importancia del desayuno haya sido puesta en entredicho. Sin embargo, si atendemos a los resultados de las últimas investigaciones, podemos observar un claro consenso en cuanto a que saltarse el desayuno, lejos de mejorar la composición corporal, está directamente relacionado con el sobrepeso y la obesidad.
En 2014, the Journal of Rural Medicine publicó un estudio con 766 personas en el que se observaba cómo el índice de masa corporal y la circunferencia de la cintura eran mayores en el grupo de sujetos que no desayunaba. Ese mismo año, una investigación realizada con 986 madrileños y madrileñas concluía que desayunar estaba relacionado con un menor índice de masa corporal.
En febrero de 2019, un estudio publicado en la revista Nutrients alertaba de los riesgos de no desayunar (sobrepeso, obesidad, peor perfil lipídico, aumento de la presión arterial, insulino-resistencia y síndrome metabólico) al estudiar a 286.804 niños y adolescentes de 33 países diferentes. Un mes después, una investigación publicada por the Journal of Obesity llegaba a las mismas conclusiones.
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Hace un mes, the Obesity Research & Clinical Practice publicaba un meta-análisis realizado con 36 estudios transversales y 9 estudios de cohortes. En él, se concluía que no desayunar está asociado con el desarrollo de sobrepeso y obesidad, independientemente de la edad, el sexo, el país de residencia y las condiciones socio-económicas.
No adelgaza pero, ¿por qué?
Los datos de investigación sugieren que la relación entre saltarse el desayuno y el sobrepeso/obesidad radica en el empobrecimiento de la calidad global de la dieta; el hambre generado por el ayuno prolongado supone una peor toma de decisiones respecto a la cantidad y calidad de los alimentos.
Además, se sabe que la falta de energía (derivada del ayuno prolongado) y nutrientes (por el consumo de alimentos de mala calidad) supone una reducción de la actividad física diaria y del gasto metabólico basal. Esto predispone a un balance energético positivo, es decir, a la acumulación de grasa corporal.
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Otra de las razones por las que saltarse el desayuno no adelgaza la encontramos en la Cronobiología. No desayunar se ha relacionado con la expresión de un gen que, cuando se altera, genera un cronotipo nocturno y esto se ha relacionado con el aumento de grasa corporal. De hecho, no desayunar está directamente relacionado con cenar tarde y con tomar un aperitivo antes de ir a dormir.
Saltarse el desayuno aumenta el riesgo de padecer sobrepeso y obesidad, independientemente de la edad, el sexo, el país de residencia y las condiciones socio-económicas.
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