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Obesidad y disbiosis intestinal.

Microbiota intestinal y obesidad

La microbiota intestinal constituye una población dinámica y compleja de billones de microorganismos que vive en una relación de simbiosis con el huésped. La mayoría se encuentra en el colon y en su composición influyen principalmente: dieta, farmacoterapia, infecciones, estrés, antibióticos, contaminación ambiental y consumo de sustancias tóxicas. 

Composición de la microbiota intestinal 

Dentro de ella, existen tres grupos predominantes: Firmicutes (Lactobacillus y Clostridium), Bacteroidetes (Bacteroides y Prevotella) y Actinobacterias (Bifidobacterium). En los sujetos obesos parece destacarse un aumento de Firmicutes y un descenso de Bacteroidetes. Además, se ha encontrado una reducción de Bifidobacterium y Akermansia

Microbiota intestinal y obesidad 

Esta menor diversidad microbiológica es anterior al establecimiento del fenotipo obeso y el desarrollo de la obesidad. De hecho, diferentes investigaciones muestran cómo ratas libres de gérmenes, al ser colonizadas con una flora bacteriana obesa, aumentaron significativamente su grasa corporal. 

Así, se pone en evidencia la relación entre microbiota intestinal y obesidad. A continuación, te explico a qué se debe todo ello. 

La disbiosis intestinal propia de la obesidad podría ser anterior a la génesis del fenotipo obeso.

Obtención de energía 

Una de las principales funciones de la microbiota intestinal es extraer energía de la fibra dietética (no digerible). Esta capacidad parece ser mayor en individuos obesos. 

La fermentación de estos polisacáridos no digeribles por parte de la microbiota intestinal, libera ácidos grasos volátiles (gases) que pueden ser absorbidos y utilizados como sustrato energético. Este fenómeno se denomina salvataje de energía, constituye el 7-10% del aporte calórico diario en el ser humano y parece ser mayor en lxs individuxs obesxs. 

Todo ello se ha hecho evidente en ratones obesos en los que, a pesar de tener mayores concentraciones colónicas de AGVs, la cantidad de energía excretada en sus deposiciones es menor. Este hecho podría explicar la existencia de individuxs que, sin comer en exceso, permanecen obesos. 

Lxs individuxs obesxs son más capaces de rescatar la energía procedente de la fermentación de la fibra dietética 

Gasto energético 

Además, algunos de esos ácidos grasos volátiles (AGVs) activan a receptores implicados en la regulación del apetito y del metabolismo energético, aumentando la adipogénesis (formación de grasa), inhibiendo la lipólisis (eliminación de grasa) y disminuyendo el gasto energético. 

Algunos AGVs activan receptores que promueven la acumulación de grasa. 

Relación permeabilidad intestinal-microbiota intestinal 

A su vez, la alteración de la microbiota intestinal presente en lxs sujetos obsesxs aumenta la permeabilidad intestinal permitiendo el paso de lipopolisacáridos a la sangre y generando una endotoxemia sistémica que promueve el estado de inflamación sistémica de bajo grado propio de la obesidad. 

Esta alteración se potencia por las dietas ricas en grasas, con exceso de proteínas y/o pobres en fibra. El estrés, la contaminación ambiental y las drogas también aumentan la permeabilidad del intestino. 

La disbiosis intestinal promueve el estado inflamatorio crónico asociado a la obesidad. 

De acuerdo a lo descrito, parece que la microbiota intestinal podría estar implicada en la patogénesis de la obesidad. Tal alteración microbiana podría ser resuelta con la administración de probióticos específicos junto a cambios en el estilo de vida.

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