En este artículo, quiero explicarte el papel de la glucosa y la insulina en la acumulación de grasa corporal. Para ello, te hablaré de las fiestas de María y de cómo Conchi debía acudir para evitar que los invitados no le destrozasen la casa.
Grasa corporal
Estoy convencido de que la grasa corporal es el enemigo mundial por antonomasia. Y con razón. Se trata de un tejido corporal que, en exceso (>25% en hombres y >32% en mujeres), más allá de sus efectos antiestéticos, se relaciona con: problemas músculo-esqueléticos, hipertensión arterial, diabetes mellitus, accidente cardiovascular, accidente cerebrovascular, alteraciones patológicas del estado de ánimo y aislamiento social, entre otros.
El exceso de grasa corporal, además de sus efectos antiestéticos, constituye la causa principal de diversas patologías.
Formación de la grasa corporal
La acumulación de grasa corporal se produce por dos procesos diferentes: uno directo y otro indirecto. De manera directa, se produce por consumir un exceso de grasa alimentaria (más aún si es de mala calidad). Aquí, el mecanismo está claro ¿No?
Sin embargo, el mecanismo indirecto es algo más complejo. En cambio, es el más habitual y el que más obesidad está generando. Se produce cuando hay un exceso de glucosa en la sangre, como consecuencia del pico de insulina generado por el páncreas en un intento de retirarlo. Este exceso se da cuando la glucosa llega a la sangre mucho más rápido de lo que la estamos utilizando, pero ¿Cuándo ocurre esto? Generalmente, cuando consumimos alimentos de alto índice glucémico o cuando los ingerimos de bajo-medio índice glucémico de forma desmesurada.
El consumo excesivo de glucosa está generando más obesidad que el consumo de grasa.
Espera, te lo explicaré de otro modo. Imaginemos que vamos a una fiesta a casa de María.
Conchi acude al rescate: capítulo 1 de la formación de grasa corporal
Somos 100 invitados. María nos ha citado a las 21:00 y hemos llegado todos a la misma hora. La casa de María no puede soportar tanta densidad de personas sin que el piso explote. Ante tal situación, Conchi, la vecina que tiene el piso más grande, ha venido a llevárselos. Lamentablemente, Conchi tiene un pensamiento muy polarizado (todo-nada), así que se ha llevado a los 100 invitados. María tendrá que organizar otra fiesta nuevamente.
La moraleja es que si, mientras estamos en reposo o con una actividad ligera-moderada, consumimos alimentos de alto índice glucémico (bollería, pan blanco, arroz blanco, yuca…), toda su glucosa se liberará a la sangre de manera inmediata. Esto supondrá un exceso de glucosa en la sangre. Como se trata de una situación tóxica para nuestro organismo, el páncreas tendrá que liberar un pico de insulina para llevarse el exceso. Puesto que la cantidad de insulina liberada será muy alta, nos quedaremos sin glucosa en la sangre, volveremos a sentir hambre y tendremos que volver a comer.
Por cierto, la insulina almacena el exceso de glucosa en forma de glucógeno muscular (depósitos limitados, generalmente llenos en personas sedentarias y, por tanto, no disponibles para acumular más glucosa) y grasa corporal (depósitos ilimitados, siempre disponibles para almacenar glucosa).
Conchi viene de nuevo: la formación de la grasa continúa
Somos 300 invitados. María nos ha citado a las 21:00. 100 han llegado puntuales, otros 100 a las 22:00 y 100 más a las 23:00. En este caso, aunque han llegado de forma paulatina, los invitados son tantos que cada grupo ha sobrepasado la densidad permitida en el piso de María. Ante tal situación, Conchi ha tenido que venir a llevárselos. Recuerda que Conchi tiene un pensamiento muy polarizado (todo-nada), así que se ha llevado a todas las personas de todos los grupos a medida que han ido apareciendo. María tendrá que organizar otra fiesta nuevamente.
Consumir alimentos de bajo índice glucémico de manera desmesurada también puede causar un exceso de glucosa e insulina y, por tanto, acumular grasa corporal.
La moraleja en este caso es que si, mientras estamos en reposo o con una actividad ligera-moderada, consumimos alimentos de bajo-medio índice glucémico de manera desmesurada (mango, manzana, pan integral, pasta integral, arroz basmati…), también generaremos un exceso de glucosa en la sangre. Aunque en este caso los carbohidratos se liberarán de forma paulatina, habremos consumido tantos que cada “grupo de glucosa” absorbido será capaz de generar un exceso de glucosa.
Así, en este caso también se generarán picos de insulina y, por ende, se acumulará grasa corporal.
Conchi no se ha enterado de la fiesta: no se ha formado grasa corporal
Somos 100 invitados. María nos ha citado a las 21:00. 1 de ellos no ha venido, 33 han llegado puntuales, otros 33 a las 22:00 y 33 más a las 23:00. En este caso, han llegado de forma paulatina y en grupos asumibles en el piso de María. Conchi ni siquiera se ha enterado de la fiesta. Se lo han pasado genial. María no tendrá que volver a repetir la fiesta hasta dentro de un tiempo.
La moraleja en este caso es que si, mientras estamos en reposo o con una actividad ligera-moderada, consumimos alimentos de bajo-medio índice glucémico con mesura, la glucosa será liberada a la sangre a una velocidad asumible por nuestro cuerpo. Nuestro organismo irá utilizando la glucosa a medida que vaya entrando en la sangre. Como no habrá un exceso de glucosa, la insulina no tendrá que salir al rescate. La glucosa se mantendrá en la sangre de forma estable y, por tanto, estaremos saciados por un tiempo.
Manoli: la insulina exógena
Por cierto, a lo largo de nuestra vida, Conchi puede rescatarnos un número limitado de veces. Si lo sobrepasamos, tendremos que llamar a Manoli. Viene de otro país así que, como le resulta muy difícil venir, suele llegar muy cabreada. Es por esto que es muy importante utilizar a Conchi el menor número de veces posible.
El páncreas tiene un uso limitado
El páncreas tiene un uso limitado. Cuando lo sobrepasamos, se sobrecarga y deja de funcionar. Ahí, entra en juego lo que se conoce como `Diabetes Mellitus tipo 2´ y tendremos que inyectarnos insulina exógena. Es por ello que, además de para alejarnos de la obesidad, es fundamental mantener un estilo de vida activo y una alimentación saludable.
Mantener un estilo de vida activo y una alimentación saludable es fundamental para alejarnos de la obesidad y la diabetes mellitus.
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Muy bueno, gracias por la información, que ultimamente solo leo «basura» por la red.
Oh, gracias por el comentario. Me alegra que te haya resultado interesante 😉
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