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Comer con las manos podría ayudarte. O quizás no.

`Aprender a comer´ supone, entre otros, conocer la cantidad y proporción de alimento que son óptimas para uno mismo. Sin embargo, pretender un control estricto de lo que se consume es insostenible y, además, constituye un importante factor de riesgo frente a los trastornos de la conducta alimentaria. Al mismo tiempo, las referencias dadas por el famoso Plato de Harvard resultan insuficientes para un gran número de personas. Así, comer con las manos podría ayudarte. O quizás no.

¿En qué consiste comer con las manos?

Comer con las manos no es lo que estás pensando. El método de la mano consiste en utilizar las diferentes partes de la mano como referencia para configurar nuestros platos principales. Este sistema toma como punto de partida la Dieta Mediterránea y considera que la comida y la cena deberían contener:

  • Verduras
  • Carbohidratos: cereales, tubérculos o legumbres
  • Proteínas de origen animal: huevos, carnes, pescados o algunos lácteos
  • Grasas: aceites, frutos secos, frutas oleaginosas, semillas, mantequilla, quesos grasos o cacao.

La estimación de la ración debe realizarse con el alimento crudo y considerar únicamente su parte comestible

Según este método, la ración óptima de cada uno de estos alimentos se basará en una parte concreta y dependerá del tamaño de nuestras manos:

  • La ración óptima de verduras sería aquella que equivale a nuestras dos manos juntas formando un cuenco.
  • La porción de carbohidratos quedaría representada por el tamaño de nuestro puño cerrado en posición vertical.
  • La palma de la mano representaría el tamaño de la ración de proteínas, mientras el dedo pequeño sería la referencia de su grosor.
  • El queso debería constituir lo equivalente a dos dedos. Por su parte, el aceite y la mantequilla tendrían como referencia la punta de los dedos índice y pulgar, respectivamente. Los frutos secos, el aguacate y el cacao quedarían representados por la mitad de la palma de la mano.

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Comer con las manos

El método de la mano: ventajas e inconvenientes

El uso de las manos como referencia para estimar la ración óptima de los diferentes alimentos nos permite `aprender a comer´ sin pretender ni necesitar un control estricto sobre lo que comemos. Esto hace que el proceso de aprendizaje sea sencillo y que nuestra nueva forma de comer sea sostenible en el tiempo. Además, nos permite controlar el riesgo de TCAs vinculado.

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Sin embargo, el método cuenta con algunas limitaciones que es importante tener en cuenta:

  • Las referencias infravaloran las necesidades nutritivo-energéticas de las personas muy activas.
  • Además, el sistema presupone que el tamaño de las manos siempre es proporcional al del cuerpo y esto no es así en todos los casos.
  • Por otro lado, las referencias sólo son válidas para almuerzos y cenas, aunque esto no aplica a todas las personas; el método desconsidera a aquellas que no utilizan los principios de la Dieta Mediterránea como base de su alimentación y/o que no hacen una distribución tradicional de las comidas.
  • A su vez, el método no proporciona información sobre la configuración del desayuno. Tampoco de aquellos alimentos que suelen formar parte de las colaciones (por ejemplo, los yogures).
  • Y, por último, la referencia de cereal no es válida para todos los tipos de pan.

Comer con las manos podría ayudarte. O quizás no. ¿Cuál es tu caso?

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