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¿El azúcar mata?

Recientemente, el gobierno, como parte de su estrategia de Salud Pública NAOS contra la obesidad, ha impulsado una agresiva campaña contra el azúcar pero, ¿el azúcar mata?

Los peligros del azúcar

Lo cierto es que el azúcar es una sustancia que puede llegar a ser muy perjudicial. De hecho, sabemos con certeza que su consumo regular, más aún si está asociado a un estilo de vida sedentario, aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades como el cáncer, la diabetes, la obesidad o la hipertensión arterial. Pero, ¿por qué?

Hiperactivación del páncreas

Cuando consumimos más de 10-15 gramos de azúcar (aproximadamente uno o dos azucarillos, por ejemplo) de una sola vez y sin estar activos, se produce un rápido aumento de la glucemia (glucosa en sangre).  En consecuencia, como este exceso es “tóxico” para el organismo, se activa el páncreas, el órgano encargado de liberar insulina para acumular el exceso de glucosa en forma de grasa corporal. 

Cuando esto se produce de forma retirada y mantenida, el resultado final es la aparición de obesidad (exceso de grasa corporal) y diabetes (fracaso del páncreas), además de toda la comorbilidad asociada a estas dos patologías.

Más información: Grasa corporal: el papel de la glucosa y la insulina

ACCIÓN PROINFLAMATORIA

El azúcar, por su nocividad, es percibido como una amenaza por parte de nuestro cuerpo. Consecuentemente, en un intento de defenderse, el organismo se inflama (al igual que una rodilla cuando es golpeada).

Cuando el consumo de azúcar es abusivo y regular, la situación de inflamación se cronifica y los órganos comienzan a fallar, dando lugar a enfermedades con un alto componente inflamatorio como son la obesidad, el cáncer, la depresión o el alzhéimer.

CAPTACIÓN DE NUTRIENTES

En este sentido, es común escuchar hablar del azúcar como una “sustancia vacía”. Esto quiere decir que no aporta ningún nutriente, sino que únicamente aporta energía (calorías).

Sin embargo, su digestión, absorción y metabolismo, al igual que el resto de funciones del organismo, sí requiere de la participación de los diferentes nutrientes y, por tanto, el cuerpo se ve obligado a “robarlos” de otros sitios.

Descubre: Dieta mediterránea: garantía de salud

HIPERPALATABILIDAD Y ADICCIÓN

Se dice que los productos que contienen grandes cantidades de azúcar son hiperpalatables. Esto significa que generan una “explosión” de sabor que es difícil de alcanzar a través de otros alimentos.

Además, el azúcar tiene la capacidad de hiper-estimular nuestro sistema de recompensa, algo que se traduce en una rápida, breve y muy intensa sensación de bienestar no alcanzable mediante estímulos naturales.

Ambas características se traducen en una predilección cada vez mayor por alimentos no saludables y menor por aquellos que sí lo son. Así, una vez más, el consumo regular de azúcar supone un mayor riesgo de obesidad y diabetes, así como de toda la comorbilidad asociada.

Ver un vídeo: ¿Cómo el azúcar afecta al cerebro?

Entonces, ¿el azúcar mata?

Como hemos visto, es absolutamente cierto que el azúcar, concretamente su consumo abusivo y regular unido a un estilo de vida sedentario, puede llegar a ser muy perjudicial: aumenta el riesgo de multitud de enfermedades que nos pueden llegar a matar. Sin embargo, esto no justifica eslóganes absolutamente taxativos como el actual “el azúcar mata”.

En general, los mensajes polarizados que estigmatizan, demonizan, culpan o prohíben, no sólo nos alejan de resolver la actual epidemia de obesidad, sino que también aumentan el riesgo de padecer cualquier trastorno de la conducta alimentaria.

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Referencias bibliográficas